¿Que es el enriquecimiento ambiental y cuales són sus pros y contras si no lo aplicas?
Como bien dice la palabra, significa enriquecer el ambiente en el que el perro hace su vida o rutina diaria. Proveer de objetos, juguetes y lugares diferentes y diversos para estimular los comportamientos típicos de la especie.
Y ahora te preguntarás…¿y para qué le sirve a mi perro todo esto?
Son innumerables los beneficios que le aporta a un perro tener un ambiente enriquecido, pero me voy a centrar en un ejemplo típico de lo que suele pasar cuando sucede lo contrario, para que así entiendas o incluso te puedas sentir identificad@ con lo que podría estar pasándole a tu perro.
Max vive en una casa con jardín cercado de unos 300m a su disposición y apenas sale a diario a pasear porque tiene mucho espacio para moverse y disfrutar. Ha empezado a hacer excavaciones en el jardín y de manera obsesiva.
Bien, ahora os podéis preguntar…¿y quiere decir esto que es por culpa de no salir a pasear con todo el espacio que tiene el perro en su casa?
Seguro que alguno de vosotros estáis pensando que el perro ha empezado a tramar un plan en contra de su tutor o simplemente que es algo «personal» del perro hacia su tutor porque le haya podido reñir y es una respuesta en venganza a…antes de creer que pueda ser por «aburrimiento» con tantos metros cuadrados que tiene su jardín…
Totalmente erróneo pensar que el perro tiene suficientemente espacio para NO aburrirse!
Nada más lejos de esas teorías, se encuentra el exceso de energía, unido a un ambiente empobrecido de estímulos que provoca conductas que pueden ser un tanto indeseadas ya que a nadie, creo, le guste que su jardín parezca un colador.
El enriquecimiento ambiental juega un papel muy, pero que MUY importante, ya que es el programa por excelencia para mantener óptimo el bienestar animal tanto físico como psicológico de nuestro familiar de cuatro patas.
Un perro que escarba de forma obsesionada o ladra sin cesar a la nada o destruye cosas o está obsesionado con pelota como si no hubiese un mañana (entre otros), probablemente está pidiendo a gritos que su tutor invierta más el tiempo en llevarlo a la naturaleza, la montaña, la playa, con nuevos amigos perrunos, nuevas personas con las que intercambiar cuatro caricias y 4 premios, en lugar de estancias de 24, 48 o 72 horas en una jaula de 300 metros cuadrados.
Este es uno de los miles de ejemplos que podría nombrar, pero voy a centrarme en explicar un poco los diferentes tipos de enriquecimiento ambiental que existen y adentrarme un poquito más en sus definiciones y ejemplos.
Sensorial;
Estímulos para los sentidos tanto visuales, olfativos, audibles, táctiles o gustativos. Por ejemplo, masajes, sonidos que no les sea familiares, el olor de cosas nuevas ( en la naturaleza disponen de olores infinitos) pisar superficies inestables o rugosas que no sean las comunes del día a día, etc.
Alimentación;
Consiste en convertir la alimentación en un reto. Puede realizarse con diversos métodos presentando la comida de forma que les obligue a resolver pequeños problemas que anime a los animales a investigar, manipular y trabajar para obtenerla como harían en la naturaleza. Por ejemplo, esconder comida en diversos objetos diseñados para dificultar su acceso, meter alimentos en hielo en verano, colocar alimentos en dispositivos mecánicos móviles que simulen presas, etc.
Manipulación;
Proporcionar elementos que puedan manipular con sus patas, boca, cabeza, etc. Esto provoca el comportamiento de investigación y el juego exploratorio. Ejemplo que os expongo en este apartado son los ejercicios de propiocepción y pistas de confianza que hacemos en nuestras clases.
Medioambiental;
Mejorar el hábitat donde viven para añadir cambios o aumentar la complejidad del ambiente. Este está más pensado para perros o animales enjaulados o de zoo, pero igualmente como ejemplo tendríamos aquí el uso de una lickimat en una pared o puerta donde el perro pueda estimular la conducta de lamer, que tanto les relaja.
Social;
Proporcionarles la oportunidad de interactuar con otros, tanto de su especie como de otras. Por ejemplo, hacer paseos de socialización, compartir alguna actividad con él en algún club canino, llevártelo de compras, etc (no se si os pasa pero cuando me llevo a Q’Eiko de compras, en general, acaba agotado de la cantidad de gente que ha interactuado con él).
Entrenamiento;
Entrenar a los perros en diferentes tareas mediante refuerzo positivo o habituación. Por ejemplo, enseñarle habilidades como que se siente, se tumbe, dé la patita o pida perdón, etc.
He de aclarar que siempre que sea un entrenamiento agradable para el perro contará como programa de enriquecimiento ambiental, de lo contrario si lo que practicamos es conseguir comportamientos forzados con métodos aversivos y hostiles, aquí lo único que estamos consiguiendo, es una falta de bienestar animal, que sale totalmente de contexto y significado de la palabra «enriquecimiento».
¿y qué beneficios tiene en mi perro que haga toda esta terapia de enriquecimiento ambiental?
Muy sencillo y fácil de explicar. Cuando algunos tutores me preguntáis «oye Puri, qué puedo hacer para que mi perro no se obsesione con la pelota» o » mi perro ha empezado a ladrar y lanzarse a los perros» o «mi perro empezó a destrozar cosas en casa» etc. Siempre, lo primero que hago es preguntaros por las rutinas y el 90% de las respuestas son que «solo jugamos a la pelota siempre y desde muy pequeñito» o «cómo ha empezado a ladrar y lanzarse ya no lo saco mucho con otros perros» o «desde que destroza mucho le solemos castigar más pero lo sigue haciendo» etc.
¿Os habéis preguntado qué pasaría si para ese perro hubiese existido desde un principio un abanico de posibilidades como: pelota, frisbee, mordedores, kong, pelotas de circuito, lickimats, 101 perros diferentes con los que interactuar o enseñar a hacerlo, perros en la montaña o naturaleza, perros en la playa, agility, mantrailing, canicross, excursiones perrunas, y un largo etc?
Una vez que he escuchado la rutina, ya sé que de base, siempre va a ser modificar su entorno porque precisamente, o por falta de conocimiento o por creencias en mitos, algunos tutores tienden a creer que sus perros tienen problemas sin solución y, lejos de la verdad, la realidad es que la mayoría de esos problemas son por una falta de bienestar animal, debido a una mala praxis en la estructura de lo que es un «día a día» con nuestro perro. Su rutina no puede ser solo «pelota, luego pelota y más pelota» o «salir a hacer pipí y caca y volver a casa porque total, no se sabe relacionar con otros perros» o «hoy no sales a la calle porque es el castigo por haber destrozado x…»
Depresión, destrucciones, estereotípias, obsesiones, trastornos obsesivos compulsivos, sedentarismo, aumentos de agresividad, aumento de la ansiedad o más tenso de lo normal, etc.
Todos estos síntomas, entre otros, podrían derivar de un entorno muy empobrecido para el animal.
Los beneficios de un buen programa de enriquecimiento ambiental, en general, son innumerables pero sobretodo generaría un aumento en el autoestima del animal, seguridad en sí mismo, más control y gestión emocional sobre situaciones nuevas, equilibrio, mayor capacidad para superar cambios en su entorno que tanto les afecta, mayor capacidad para relacionarse con otros individuos, crecimiento mental, aumento en la capacidad de resiliencia, y un largo etc.
Con este blog únicamente intento hacer reflexionar e incentivar a aquellos tutores que realmente buscan y piensan en mejorar las rutinas de sus perros para crearles un ambiente lo más parecido a lo que tendrían en libertad.
Repasa los seis tipos de enriquecimiento ambiental que existen y ubícalo como mínimo en tres diferentes porque, ciertamente va a mejorar y, tu perro va a dar un giro de 180° qué vais a agradecer los dos!